miércoles, 24 de noviembre de 2010

REPRODUCCION EN LAS PLANTAS ANGIOSPERMAS

La flor de las angiospermas

Mucho de lo visto para las gimnospermas es perfectamente válido para las angiospermas, puesto que ambas son fanerógamas. Sin embargo, el aspecto de la flor es diferente.
La flor de las plantas angiospermas consta de un tallo modificado, cuyas hojas, también modificadas, se agrupan en cuatro verticilos, es decir, en cuatro conjuntos diferentes:
  • Cáliz. Está formado por los sépalos, unas hojas verdes con función protectora. Protege la flor cuando está madurando.
  • Corola. Está formada por los pétalos, unas hojas que, a menudo, presentan colores llamativos. A veces tienen en su base nectarios, unos órganos que producen sustancias azucaradas y aromáticas. Su función es, principalmente, atraer insectos u otros animales para que realicen la polinización.
  • Androceo. Es el aparato reproductor masculino y está formado por los estambres. En la parte superior, la antera, se forman las esporas masculinas, los granos de polen.
  • Gineceo. Es el aparato reproductor femenino. Consta de uno o varios carpelos, las hojas modificadas que llevan en su interior los óvulos. Estos darán origen al gametófito femenino. Cuando los carpelos están fusionados, reciben el nombre de pistilo.
Además, en una flor podemos distinguir el pedúnculo floral, que une la flor al tallo, y el receptáculo floral, que es la zona ensanchada que se encuentra al final del pedúnculo floral y en la cual se insertan los verticilos florales.
El óvulo fecundado da lugar a una semilla, que contiene el embrión de la nueva planta. Por su parte, el ovario origina el fruto, que contribuye a la dispersión de las semillas.

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